8 FORMAS DE POBREZA
Al trabajar con los Tesoros hemos visto, sentido, incluso probado la pobreza de primera mano. Hemos caminado junto a los niños y visto cómo se han convertido en adultos. Hemos visto a muchos salir de la pobreza y a muchos quedarse en ella. Lo que hemos encontrado es que esto no es solo un problema de pobreza económica, es mucho peor. Hemos identificado ocho formas de pobreza que se refuerzan mutuamente.
POBREZA ESPIRITUAL
La mayoría de las personas en condición de pobreza no tiene una relación personal con Dios o el conocimiento que son maravillosamente creados por Él.
POBREZA INTELECTUAL
La mayoría no tiene acceso al conocimiento o tecnología. Ellos creen que son basura, inútiles y tontos.
POBREZA AFECTIVA
Para muchos, la violencia es simplemente una forma de vivir. Viven fuera del amor y viven en el odio, amargura, baja autoestima y egoísmo.
POBREZA DE VOLUNTAD
Muchos son esclavos de sustancias o abusos sexuales. Les falta la voluntad o el estímulo para cambiar.
POBREZA FÍSICA
Desnutrición, duras condiciones de trabajo y no tener acceso a servicios de salud es común.
POBREZA DE SOLIDARIDAD
Para muchos, “estoy solo” es una frase muy común. Las personas se sienten aisladas, no solo dentro de su familia sino también dentro de la comunidad.
POBREZA CÍVICA
Liderazgo, cooperación, y colaboración en la comunidad simplemente no son parte de su cultura.
POBREZA ECONÓMICA
Las personas en estado de pobreza tienen un ingreso menor a Q.450 al mes.
CREANDO UN CAMBIO PERDURABLE
La mayoría de las organizaciones se enfocan en un área específica, salud, educación o económica.
Casa del Alfarero brinda cinco programas integrales a través de los centros comunitarios:
La transformación se da a un nivel físico, intelectual y espiritual, empoderando a las personas en condición de pobreza en Guatemala y alcanzando cambios perdurables en su vida, comunidad y nación.
«Tengo sueños muy grandes después de la Universidad. Pero mi sueño más grande es ser una Conferencista Motivacional. Yo quiero compartir mi testimonio, porque a través de ello yo sé que puedo cambiar la mentalidad de muchos jóvenes para que puedan soñar en grande. Como yo.»
“Me gusta la comida que me dan en Casa del Alfarero, en mi casa normalmente lo que comemos son frijoles y varias veces en la semana nuestra cena es pan y café”. Marcelino ingresó al programa en el 2015 a los 11 años pesando 67 lbs. y midiendo 1.33 mts. a fin de año alcanzó un peso de 72 lbs. y talla 1.36mts, correspondientes a su edad.
“Conocí al Señor en las actividades evangelistas que CDA realizaba con niños, sembraron semillas que han brotado a su debido tiempo. A los 12 años inicié una relación personal con Jesús y empecé a asistir a la iglesia, aprendí a cantar y tocar algunos instrumentos que ahora ejecuto.”